TITULO
ORIGINAL: I, Monster
TITULOS EN ESPAÑA: El monstruo / Yo, el monstruo
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AÑO
DE PRODUCCIÓN: 1971
DIRECTOR:
Stephen Weeks
REPARTO: Christopher Lee, Peter Cushing, Mike Raven,
Richard Hurndall, George Merritt, Kenneth J. Warren, Susan Jameson
SINOPSIS:
El doctor Marlowe es un científico que ha desarrollado una droga intravenosa
para liberar sus inhibiciones, pero su efecto es tan potente que surge en él
una nueva personalidad, un ser malvado llamado Blake, que se vuelve cada vez
más monstruoso tanto física como mentalmente.
COMENTARIO:
Hace tan solo unas horas que nos ha dejado para siempre Sir Christopher Lee, del
que sobran las palabras, los seguidores del cine fantástico y de terror, de la
Hammer o la Amicus, o los que llevamos viendo cine muchos años lo conocemos,
como lo conoce casi cualquier persona, sea o no cinéfila. Y es que en unos
setenta años de carrera, el actor ha hecho de todo, siendo especialmente
apreciada esa época donde encarno a Drácula y demás monstruos clásicos. Para
resumir su carrera necesitaríamos un libro, pero de los gordos. Sirva esta
pequeña reseña como mi humilde tributo a su figura, aunque ya por estas “paginas”
hayan salido alguna de sus películas.
El
británico Stephen Weeks fue guionista, productor y director, como máximo responsable
solo dirigió cuatro largometrajes en una veintena de años, siendo el más
conocido El caballero verde (1984). En el caso que nos ocupa, estamos ante una
producción de la Amicus, basada en la novela El extraño caso del doctor Jekyll
y el señor Hyde del escritor Robert Louis Stevenson, aunque en la película no
se usan los nombres de Jekyll y Hyde, siendo sustituidos por los de Marlowe y
Blake. Evidentemente, usar los nombres originales debiera costar un dineral, y
estamos ante una producción modesta.
Pero
aunque no sea una película cara de realizar, y la historia ya la conozcamos
debido a la lectura de la novela, o a haber visionado alguna de sus múltiples
adaptaciones cinematográficas, hay que reconocer que la cinta en líneas generales
está muy bien, empezando por los decorados, con esas casas y taberna donde se
desarrolla todo, el ambiente, la música, y por supuesto las actuaciones, donde
destacan Christopher Lee y su gran amigo Peter Cushing, quien lo acompañara en
tantos títulos inolvidables durante muchos años.
Las
diferencias entre las dos caras del personaje de Lee no son muchas, no se empleó
mucho trabajo de maquillaje, y mientras el primero es un doctor serio y
elegante, el segundo siempre va con una sonrisa maquiavélica, despeinado y poco
más. Lee demuestra que no hace falta demasiado para realizar dos personajes,
con el carisma y sus propias facciones es suficiente. En resumen, entretenida
película, de una duración corta (75 minutos), y quizás no es de las más
nombradas cuando se hace referencia a esta productora y actores, así que búsquenla
y denle una oportunidad.
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